Aunque pueda parecer increíble, los árboles comparten una serie de características con los seres humanos que los hacen mucho más similares de lo que pensamos. Recientes estudios científicos han revelado detalles maravillosos sobre la vida de los árboles, demostrando que poseen un sistema de transporte de agua comparable al nuestro, reaccionan a estímulos externos y, en cierto modo, incluso tienen un “pulso”.
El “aliento” y el “pulso” de los árboles
El Dr. Sebastián Pfautsch, investigador del Instituto Hawkesbury del Medio Ambiente de la Universidad Western Sydney, ha sido uno de los pioneros en desentrañar estos misterios. En su investigación, publicada el 4 de marzo, destaca la capacidad de los árboles para “inhalar” y “exhalar”, similar a nuestra respiración. Este “aliento” se refiere a su capacidad de absorber gases de la atmósfera y liberar gases producto de su metabolismo.
“Este “aliento” les permite liberar compuestos químicos altamente específicos y les facilita la comunicación con otros árboles, insectos u hongos. Los árboles de edad, se defienden y reaccionan a las lesiones”, explica Pfautsch. De esta manera, los árboles pueden incluso descargar pesticidas naturales para defenderse de las plagas.
Pero la similitud más sorprendente es la presencia de un “pulso” en los árboles. Si bien no tienen un corazón como los humanos, presentan oscilaciones en su diámetro a lo largo del día y del año, principalmente debido a la apertura y cierre de los estomas, la pérdida y aparición del follaje y el transporte interno del agua.
Esta oscilación diaria se debe a la luz y la sequedad de la atmósfera, lo que provoca un cambio lento en el diámetro del tallo. Un dendrómetro de precisión, inventado en 1932 por Lester Hery Reineke, permite medir la circunferencia de un tronco de árbol y comprobar cómo se contrae durante el día y se expande durante la noche.
El sistema de transporte de agua en los árboles
Los científicos han descubierto que este pulso se genera principalmente por las fluctuaciones de diámetro en la corteza. Estudios recientes revelaron que el agua se transfiere entre dos sistemas de transporte internos, el floema y el xilema, que se creían separados pero en realidad están interconectados.
El floema se encarga de reubicar los azúcares producidos durante la fotosíntesis y moverlos hacia el resto de la planta y las raíces, utilizando el agua para ello. El xilema, por otro lado, transporta principalmente el agua desde las raíces hacia las hojas, reemplazando el agua perdida por transpiración y manteniendo la turgencia de las hojas.
El estudio publicado en marzo de 2023 demostró que el floema está vinculado a la corriente de transpiración del xilema, actuando como una esponja que se satura y presiona continuamente. Esto permite que el agua se mueva hacia arriba a través de los capilares, incluso en árboles muy altos.
Un sistema complejo y maravilloso
Los árboles poseen un sistema de transporte de agua complejo que involucra el floema, el xilema y las células del parénquima, que actúan como puente entre ambos sistemas. Este sistema, similar a nuestro sistema circulatorio, permite que el agua se mueva a través del árbol, manteniendo su vitalidad y crecimiento.
Los árboles, al igual que los seres humanos, reaccionan a estímulos externos, se defienden de las plagas y poseen un “pulso” que les permite adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno. Estos descubrimientos nos ayudan a comprender mejor la complejidad y maravilloso vida de los árboles, seres vivos que juegan un papel fundamental en el equilibrio de nuestro planeta.
Comparación entre el sistema de transporte de agua en árboles y humanos
Para comprender mejor las similitudes entre los árboles y los seres humanos, podemos comparar sus sistemas de transporte de agua:
Característica | Árboles | Seres Humanos |
---|---|---|
Sistema de transporte | Floema y xilema | Sistema circulatorio (arterias, venas y sistema linfático) |
Función principal | Transporte de agua, nutrientes y azúcares | Transporte de sangre, oxígeno y nutrientes |
Flujo del fluido | Ascendente y descendente | Circular |
Componentes principales | Vasos conductores, células del parénquima | Corazón, arterias, venas, capilares |
Mecanismo de movimiento | Presión, capilaridad | Bombeo del corazón |
Si bien los sistemas de transporte de agua en árboles y humanos son diferentes en su estructura y funcionamiento, comparten la función esencial de distribuir fluidos esenciales para la vida de ambos organismos.
Reflexiones sobre la vida de los árboles
El descubrimiento del “pulso” de los árboles nos invita a reflexionar sobre la vida de estos seres vivos que nos rodean. La capacidad de los árboles para adaptarse a las condiciones ambientales cambiantes, comunicarse entre sí y defenderse de las plagas demuestra que son mucho más complejos de lo que se pensaba.
Los árboles no solo son importantes para el equilibrio del planeta, sino que también nos enseñan la importancia de la conexión con la naturaleza, la resiliencia y la adaptación. Al comprender mejor la vida de los árboles, podemos apreciar su belleza y su papel fundamental en la vida del planeta.
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