La Tecoma stans, conocida popularmente como tronadora, es un árbol o arbusto de origen americano que se caracteriza por sus llamativas flores amarillas en forma de campana. Esta planta ha sido utilizada tradicionalmente por diversas culturas indígenas de América para tratar una amplia gama de enfermedades, lo que ha llevado a un interés creciente en sus propiedades medicinales.
Sinonimia Botánica y Popular
La tronadora tiene una amplia sinonimia botánica y popular, lo que refleja su distribución geográfica y la variedad de usos que se le han dado a lo largo de la historia. Algunos de sus nombres botánicos incluyen Bignonia stans, Tecoma incisa y Stenolobium stans.
Entre sus nombres populares encontramos: alacrancillo, ángel, bignonia, canario, escandor, flor de San Pedro, gloria, hierba de baño, hierba de San Nicolás, hoja de San Pedro, iscandor, lluvia de oro, moco de cócono, ojo de Santa Lucía, palo de arco, pichiche, retama, sanguinaria, saúco, saúco amarillo, trompeta tronador, trovador, trueno, truena fuerte.
Botánica y Ecología
La tronadora es un árbol o arbusto que puede alcanzar una altura de 1 a 8 metros. Sus hojas están divididas en 5 a 13 foliolos, con o sin vellosidades en el reverso. Las flores son pequeñas campanas amarillas que se agrupan en racimos vistosos, generalmente en las puntas de las ramas. Sus frutos son cápsulas alargadas de hasta 21 cm, de color verde que al madurar se tornan cafés. Contienen muchas semillas aplanadas con alas.
Originaria de Florida, México y Sudamérica, la tronadora se adapta a climas cálidos, semicálidos, secos, muy secos y templados, desde el nivel del mar hasta los 2500 metros de altitud. Se le encuentra creciendo en bosques tropicales caducifolio, subcaducifolio y perennifolio, así como en matorrales xerófilos, pastizales y bosques espinosos.
Etnobotánica y Antropología
La tronadora ha sido utilizada tradicionalmente en diversas regiones de México como remedio para la diabetes. Además, se le atribuyen propiedades para tratar diversos problemas digestivos como: dolor de estómago, disentería, bilis, gastritis, mala digestión, empacho, anorexia, pirosis, atonía intestinal y problemas del hígado. Se le considera un estimulante del apetito y un remedio para el dolor de muelas.
La tronadora también se utiliza como tratamiento tópico para problemas de la piel, como curar llagas y enfermedades cutáneas, así como para aliviar la irritación por hiedra y el piquete de alacrán. Se le ha empleado para purificar la sangre, bajar la fiebre y tratar la fiebre amarilla. También se le considera un vigorizante, un calmante para las alteraciones nerviosas y un antiinflamatorio para golpes.
Para el postparto, se utiliza un té preparado con yemas de tronadora y canela. Se le atribuye propiedades para el asma, la tos, el exceso de ácido úrico, como diurético y para casos de anemia y desnutrición infantil.
En algunos casos se emplea para la sífilis y para trastornos ginecobstétricos como la regla retrasada, como auxiliar en el parto y para dar baños después del parto.
Para la mayoría de los tratamientos se utilizan las hojas, tallos o ramas, pero también se puede emplear la corteza, la flor o la raíz. Generalmente se preparan en infusión o cocimiento y se administran por vía oral.
Calidad de la Planta: Cordial
La tronadora se considera una planta cordial, es decir, que tiene un efecto equilibrado y no produce efectos secundarios graves cuando se utiliza adecuadamente.
Historia
La tronadora se menciona en el Códice Florentino (siglo XVI) como remedio para la vejiga, heridas internas de los riñones, el dolor de cabeza y para descomposturas de las manos.
En el siglo XX, diversos investigadores como Alfonso Herrera, Paul Stanley y Maximino Martínez, estudiaron la tronadora y la describieron como un tónico general, un poderoso diurético, un antisifilítico, un antidiabético, un antidisentérico, un aperitivo y un analgésico.
Química
Las hojas de la tronadora contienen alcaloides monoterpénicos como actidina, boschniakina, tecomanina, tecostatina y tecostidina; alcaloides como indol, eskatol y triptamina; monoterpenos como aucubin, plantarenalóside, stanside, stansioside, alfa-stansioside, beta-stansioside y 5-deoxistansioside; componentes benzílicos como ácidos cafeíco, paracumárico y ferúlico; y el flavonoide ácido siríngico. En las flores se han identificado dos flavonoides: el glucósido y el rutinósido de cianidín.
Farmacología
El estudio científico de la Tecoma stans se inició a finales del siglo XIX con investigaciones en animales. Aunque algunos estudios no encontraron evidencia de una acción antidiabética, otros demostraron actividad diurética en ratas y actividad hipoglicémica en ratones diabéticos.
En humanos, se han reportado casos de individuos diabéticos que experimentaron mejoría en su estado general con el uso de infusiones y extractos de tronadora. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar su eficacia como hipoglicémico en humanos.
Principios Activos
Se ha comprobado que la tecomanina y la tecostamina tienen una potente actividad hipoglicémica tanto por vía oral como endovenosa en conejos.
Comentarios
La Tecoma stans es una planta de uso tradicional en América con una amplia gama de propiedades medicinales. Aunque se han realizado estudios químicos y farmacológicos que respaldan su actividad antidiabética, aún se requiere investigar su toxicidad para determinar la seguridad de su uso a largo plazo.
Herbarios
La Tecoma stans se encuentra en diversas colecciones de herbarios, lo que refleja su importancia como planta medicinal y su amplia distribución geográfica.
Literatura
Existen numerosos estudios científicos y etnobotánicos que documentan la utilización y las propiedades de la Tecoma stans. Estas referencias proporcionan información valiosa sobre su historia, usos medicinales, composición química y actividad farmacológica.
La Tecoma stans, también conocida como tronadora, es una planta medicinal con una larga tradición de uso en América. Se le atribuyen propiedades para tratar diversos padecimientos, incluyendo la diabetes, problemas digestivos, infecciones y problemas de la piel. Aunque se han realizado estudios científicos que respaldan su actividad antidiabética, se necesitan más investigaciones para determinar la seguridad de su uso a largo plazo y su eficacia en humanos. Es importante consultar con un profesional de la salud antes de utilizar cualquier planta medicinal, incluyendo la tronadora.
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