En el corazón del Parque Pereyra Iraola, un espacio verde único de la provincia de Buenos Aires, se esconde un tesoro natural: el Árbol de Cristal. Este gigante, con más de 150 años de historia, es un ejemplar único en Argentina, un legado de la opulencia de la oligarquía argentina y un testimonio del auge y la debacle de la familia Pereyra Iraola.
Su historia comienza en el siglo XIX, cuando Leonardo Pereyra Iraola, heredero de la estancia San Juan, decidió convertir su propiedad en un paraíso paisajístico. Contrató al paisajista belga Carlos Vereecke, quien introdujo especies exóticas, como cedros del Himalaya y cipreses lambertiana. Pero la joya de la corona fue el Árbol de Cristal, traído por el propio Pereyra Iraola desde Malasia.
De los doce ejemplares que llegaron en barco, solo uno sobrevivió. Hoy, con sus 50 metros de altura, resiste robusto, como un testigo mudo del pasado. Su nombre proviene de la resina que se cristaliza y brilla bajo la luna llena, un fenómeno que no se produce en su ambiente actual, ya que Argentina no tiene las mismas condiciones climáticas de su hábitat natural.
El Conflicto por la Preservación
El Árbol de Cristal se ha convertido en un foco de atención y controversia. La devoción por este gigante y la leyenda de su savia refractante atrae a peregrinos, pero también genera desafíos para su preservación. El acceso al árbol está restringido, ya que se encuentra en una zona del parque que pertenece al Ministerio de Seguridad, pero a pesar de ello, la gente lo visita y lo daña.
Eugenia Cueto Rúa, guardaparques a cargo del Árbol de Cristal, destaca la complejidad de la situación: “El Sistema de Áreas Naturales Protegidas busca preservar elementos nativos, no exóticos. No había ninguna razón de ser para que se lo declare monumento provincial”, sentencia. Además, el Árbol de Cristal está ubicado en un territorio con jurisdicciones superpuestas, lo que dificulta su protección.
El Árbol de Cristal, un ejemplar único, es un símbolo de la Argentina que fue. Su historia se entrelaza con la historia de la familia Pereyra Iraola, con la expropiación de la estancia San Juan y con la transformación del lugar en un parque público. Su preservación es una tarea compleja, que requiere la colaboración de diferentes actores, desde guardaparques hasta autoridades provinciales y municipales.
Descubrimientos Recientes
Recientemente, se descubrieron otros dos árboles de cristal en Argentina, uno en el predio Los Privilegiados y otro en la que fue la casa de Libertad Lamarque. Estos hallazgos han generado una nueva esperanza para la preservación de la especie, ya que ahora se sabe que no es tan única como se creía.
El descubrimiento del árbol de cristal en la quinta de Libertad Lamarque, en Berazategui, desencadenó una batalla por su protección. Los vecinos se movilizaron para evitar la demolición del árbol y la construcción de un playón de estacionamiento de camiones.
Los vecinos, con el apoyo de los guardaparques y de la Municipalidad de Berazategui, lograron detener la obra y proteger el árbol de cristal.
Un Legado para el Futuro
El Árbol de Cristal es un símbolo de la belleza y la fragilidad de la naturaleza. Es un recordatorio de la importancia de la preservación de la biodiversidad y de la necesidad de trabajar juntos para proteger nuestros recursos naturales.
El Árbol de Cristal es un testimonio del pasado, pero también una fuente de esperanza para el futuro. Es un símbolo de la resistencia de la naturaleza y de la capacidad humana para protegerla.
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